viernes, 22 de enero de 2016

Hermana.

Quiero hablar de una persona muy especial para mí.  A pesar de conocernos años atrás, su llegada a mi vida fue muy repentina, un impacto muy fuerte. En el momento en el que hablamos por primera vez personalmente, hubo una conexión que ha llegado a dos años y medio de una bonita amistad, una amistad de las de verdad, y sé que este período no ha sido más que el principio.

Hablo de Sara, hablo de mi hermana, hablo de quien hace que me olviden de los grandes problemas porque su felicidad los vence. Mi mayor apoyo, quien me escucha y me soporta, quien más me conoce. Siempre está para defenderme. He aprendido de ella la positividad y el entusiasmo hacia la vida. Cuantísimas cosas ha hecho por mí esta persona, yo se lo agradeceré manteniéndome a su lado. Siendo su espalda, así como ella es la mía.

Daría el mundo por ella, por este ángel sobre la tierra. ¡Qué suerte tenemos quienes nos la hemos tropezado! La quiero demasiado, se ha convertido en el pilar que mantiene mi tejado, en el hombro donde descansar. Es la rima de mi poema. El camino está lleno de piedras pero juntas podemos volar.


Hoy cumple 19 y podrá con todo, como hace siempre.


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