viernes, 9 de octubre de 2020

Tras un rayo, vuelve el caos.

Otra vez he vuelto a tenerte entre mis brazos con una sensación de no haberte soltado nunca y, como siempre, complicidad entre dos seres perfectamente encajados. De nuevo, invadió mis fosas nasales ese olor que estaba impregnado en mi cerebro. Tu sonrisa perfecta a juego con el brillo de tus ojos achinados color café volvió a hacerme volar. Siguen siendo esos abrazos donde quedarse a vivir, que hacer hogar.

[̶D̶e ̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶n̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶u̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶̶e̶̶̶̶̶̶̶v̶̶̶̶̶̶̶̶̶o̶] te sueño, te extraño, te admiro (𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘥𝘦𝘫é 𝘥𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳𝘭𝘰). Me has dado un pequeño frasco más de elixir de vida, un rayo de sol asomando en un pozo hacia alguien que grita "socorro" porque ahoga.

Y la luz desaparece y los gritos de auxilio dejan de sonar, aún se hunde con muy pocas fuerzas para aguantar. Quería agarrarme a ese salvavidas que tuve que volver a soltar y ver marchar. Volvió a llevarse mi corazón en la mano dejando una sensación de vacío en mi pecho.

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