Vivo rodeada de flores cuyas raíces nacen de mis entrañas y me hacen relucir entre sus pétalos.
Hija de la madre tierra, alimentada por Artemisa y ahora mujer, viva, selva, naturaleza y animal salvaje.
Criada entre las manos de Atenea, entre su rabia, y ahora mujer, sabia, pensadora, luchadora y amante de la justicia.
Me hice mujer entre una fusión de λογος y φυσις por igual. Mujer y orgullosa de serlo, de ser mundo y explorarlo. De ser yo, única y válida.
miércoles, 28 de febrero de 2018
domingo, 18 de febrero de 2018
Reconstruyéndome
Fue tu forma de mirarme y tu sonrisa que volvieron a hacerme volar cuando ya no recordaba cómo era desplegar las alas. Fue tu abrazo enorme que me atravesó como un fantasma. Comencé entonces a verte como no lo había hecho antes, tan diferente que evitaba pensarlo.
Pero sin quererlo, un día me protegiste de mis pesadillas y dejaste marca en mi conciencia. Ya cada vez que te acercabas era inevitable no sentirme una astronauta pisando la luna, porque allí me llevas, lejos de la Tierra. Ya tengo mi nacionalidad en Marte y la culpa la tienen tus caricias.
Que el olor de tus abrazos se pega a mi ropa y me acompaña hasta que no me queda más remedio que desvestirme para ir a la cama y soñarte.
Cada lunes me levanto impaciente de que llegue nuestro domingo, sí, nuestro. Días en los que noto la proximidad de tus labios y tiemblo, pero el choque nunca llega, no los alcanzo, y mis ganas de besarte aumentan más y más, ¡que me estoy obsesionando con morderte!
Ahora tu perfume ha quedado impregnado en mi cama y no me quiero dormir. Me mantengo en mis pensamientos sobre la rareza de esto que nos está pasando o, al menos, me está pasando a mí, que no consigo dejar de pensarte.
Siento cómo se van formando de nuevo dos medios círculos y un triángulo en el lado izquierdo de mi pecho, estaban a pedazos. Y tengo pánico de que se vuelvan a romper porque la caída es uno de los peores dolores que he sentido nunca.
Pero ya no sé qué hacer para frenar la reconstrucción y no quiero, pues tu forma de salvarme me llena de vida y me llena, a secas.
Dices que te gusta mi poesía y, aunque yo no hago poesía, estas palabras son para ti que has llegado sin esperarte pese a que ya estabas aquí. Tengo miedo. Tengo ganas. ¿Te tengo?
Pero sin quererlo, un día me protegiste de mis pesadillas y dejaste marca en mi conciencia. Ya cada vez que te acercabas era inevitable no sentirme una astronauta pisando la luna, porque allí me llevas, lejos de la Tierra. Ya tengo mi nacionalidad en Marte y la culpa la tienen tus caricias.
Que el olor de tus abrazos se pega a mi ropa y me acompaña hasta que no me queda más remedio que desvestirme para ir a la cama y soñarte.
Cada lunes me levanto impaciente de que llegue nuestro domingo, sí, nuestro. Días en los que noto la proximidad de tus labios y tiemblo, pero el choque nunca llega, no los alcanzo, y mis ganas de besarte aumentan más y más, ¡que me estoy obsesionando con morderte!
Ahora tu perfume ha quedado impregnado en mi cama y no me quiero dormir. Me mantengo en mis pensamientos sobre la rareza de esto que nos está pasando o, al menos, me está pasando a mí, que no consigo dejar de pensarte.
Siento cómo se van formando de nuevo dos medios círculos y un triángulo en el lado izquierdo de mi pecho, estaban a pedazos. Y tengo pánico de que se vuelvan a romper porque la caída es uno de los peores dolores que he sentido nunca.
Pero ya no sé qué hacer para frenar la reconstrucción y no quiero, pues tu forma de salvarme me llena de vida y me llena, a secas.
Dices que te gusta mi poesía y, aunque yo no hago poesía, estas palabras son para ti que has llegado sin esperarte pese a que ya estabas aquí. Tengo miedo. Tengo ganas. ¿Te tengo?
miércoles, 14 de febrero de 2018
A ti, mujer
Mujer,
no te juzgo si callas,
así te moldearon desde la cuna,
calladita más bonita, por supuesto.
No te juzgo si criticas esta lucha,
así te educaron,
recatada y amarrada, una buena mujer.
El feminismo te entiende,
te apoya,
y lucha por ti,
por tu liberación.
Mujer,
tú que eres hermosa
con cualquier aspecto,
mírate al espejo
y fíjate en todo lo que eres.
Mira tu exterior,
y quiérete,
mira tu interior,
y ámate.
¿Te das cuenta de todo lo que vales?
Nadie es más que tú,
así que levanta la cabeza,
y nunca dejes que te pisen.
Confía en ti,
yo no te conozco (o sí),
pero lo hago.
Mujer,
torbellino
que nada te para,
sigue así,
y no permitas que te pongan freno.
Mujer,
tú que has luchado
toda tu vida,
para obtener
esos derechos,
que nos fueron arrebatados,
que te hiciste un hueco
en un mundo de hombres,
que moriste por las tuyas
y por las que venían,
gracias,
sin ti seríamos insignificantes.
Mujer,
madre coraje,
mujer sin hijos,
y sin intención,
valéis por igual,
nadie manda sobre vuestros cuerpos,
vosotras sois las únicas,
que debéis decidir.
Mujer,
trabajadora,
obrera,
te admiro como a nadie,
soportas el peso de tu género,
sumas el de tu clase,
y sales adelante.
Mujer,
que hoy gritas a mi lado
en cada batalla,
que llevas la sororidad
a la luna,
es todo un honor
ser tu compañera
en la guerra del patriarcado,
nos necesitamos.
Mujer,
empodérate
y hazte valer,
suéltate el cabello,
córtalo
o déjalo amarrado
si es así como te gusta,
no te diré que no tengas miedo,
pues este mundo lo da,
pero se valiente,
hasta que podamos dejar de tenerlo,
y rompe las cadenas.
Mujer,
asesinada,
violada,
acosada,
juzgada,
humillada,
hundida,
reprimida,
aquí estamos por ti,
por nosotras,
y no vamos a rendirnos
hasta vengarte como te mereces.
Mujer,
la igualdad llegará,
te lo aseguro,
cada día
estamos más unidas,
cada día
somos más.
Hombre,
a ti sí te juzgo,
cómo no voy a juzgar
a quien me oprime
a mí,
y a mis hermanas.
no te juzgo si callas,
así te moldearon desde la cuna,
calladita más bonita, por supuesto.
No te juzgo si criticas esta lucha,
así te educaron,
recatada y amarrada, una buena mujer.
El feminismo te entiende,
te apoya,
y lucha por ti,
por tu liberación.
Mujer,
tú que eres hermosa
con cualquier aspecto,
mírate al espejo
y fíjate en todo lo que eres.
Mira tu exterior,
y quiérete,
mira tu interior,
y ámate.
¿Te das cuenta de todo lo que vales?
Nadie es más que tú,
así que levanta la cabeza,
y nunca dejes que te pisen.
Confía en ti,
yo no te conozco (o sí),
pero lo hago.
Mujer,
torbellino
que nada te para,
sigue así,
y no permitas que te pongan freno.
Mujer,
tú que has luchado
toda tu vida,
para obtener
esos derechos,
que nos fueron arrebatados,
que te hiciste un hueco
en un mundo de hombres,
que moriste por las tuyas
y por las que venían,
gracias,
sin ti seríamos insignificantes.
Mujer,
madre coraje,
mujer sin hijos,
y sin intención,
valéis por igual,
nadie manda sobre vuestros cuerpos,
vosotras sois las únicas,
que debéis decidir.
Mujer,
trabajadora,
obrera,
te admiro como a nadie,
soportas el peso de tu género,
sumas el de tu clase,
y sales adelante.
Mujer,
que hoy gritas a mi lado
en cada batalla,
que llevas la sororidad
a la luna,
es todo un honor
ser tu compañera
en la guerra del patriarcado,
nos necesitamos.
Mujer,
empodérate
y hazte valer,
suéltate el cabello,
córtalo
o déjalo amarrado
si es así como te gusta,
no te diré que no tengas miedo,
pues este mundo lo da,
pero se valiente,
hasta que podamos dejar de tenerlo,
y rompe las cadenas.
Mujer,
asesinada,
violada,
acosada,
juzgada,
humillada,
hundida,
reprimida,
aquí estamos por ti,
por nosotras,
y no vamos a rendirnos
hasta vengarte como te mereces.
Mujer,
la igualdad llegará,
te lo aseguro,
cada día
estamos más unidas,
cada día
somos más.
Hombre,
a ti sí te juzgo,
cómo no voy a juzgar
a quien me oprime
a mí,
y a mis hermanas.
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