Hoy es un buen día para recordar a todas esas mujeres que tuvieron que firmar sus libros con el nombre de su marido, hermano o padre para que salieran a la luz, a todas aquellas a las que se les trató con violencia por escribir por el mero hecho de estar saliéndose de las normas que les imponían tratándolas de locas, a las que tenían que hacerlo a escondidas y a las que ni si quiera pudieron hacerlo. También recordar a aquellas que sí consiguieron publicar sus libros con su nombre, pero no se les valoro, o a aquellas que tuvieron reconocimiento, pero que aún así, hoy no sabemos quienes son. Por supuesto, también recordar a las que sí son sonadas.
Y es que a las mujeres no se les dejaba desarrollar su mente y si lo hacían, significaba estar poniéndose a la altura del hombre y eso no se les podía permitir, se les tachaba de brujas o de locas por PENSAR.
Por otra parte, hay muchas más autoras de las que creemos, pero de las que nunca hemos oído hablar. ¿Por qué? ¿Por que no son tan buenas? No, porque en el colegio nos destacan a muchos muchos autores y a alguna autora más conocida, pero nada más. Es por eso que lucho por una educación feminista, para que también se den a conocer a las muchas escritoras mujeres.
Es cierto que muchas no tenían una técnica tan perfeccionada, pero también tiene sus razones. Los hombres podían formarse mientras que las mujeres no. Así que hay que reconocer ese esfuerzo y ver el mundo también desde la perspectiva de las mujeres.
En la actualidad aún se sigue valorando más la firma de un hombre que la de una mujer, pero con mucha lucha, el feminismo va consiguiendo abrir camino a las autoras. Yo animo a todas esas mujeres a las que os gusta escribir, que cada una de vuestras palabras son enormes. Escribid, escribid para vosotras y escribid para el resto, el mundo necesita más palabras de mujeres. No tengáis miedo y sacad vuestro arte al público, que os lea el mundo, que os comáis el mundo.
Y este mensaje no sólo va para escritoras, va para todas a las que les guste algo (pintar, cantar, deporte... ¡cualquier cosa!), que nada os detenga. Valéis mucho.