Mi corazón palpita rápidamente, acelera. Son los nervios de que se está acercando el momento de verte. Sigo sin poder controlarlos después de estos cuatro meses envueltos en pura magia. Mágico, eres mágico por la forma en que haces que las corrientes me atraviesen cada vez que me tocas.
No hay sensación más hermosa que el saber que me quieres libre tanto como yo lo hago. No hay cordura en este loco amor poético rociado con los besos que me llevan a las estrellas de tu espalda agarrada por mis manos, fuerte, hasta dejar cicatrices con mis uñas.
¡Que me ahorquen si miento cuando cierro los ojos al besarte! No hace falta gritarlo para que se entere todo el mundo, sólo tienes que sentirlo tú, amor, así te llamo, no hay nombre más sincero. Ni hay sinceridad más profunda que la de tus ojos al mirarme haciéndome temblar de felicidad infinita porque como dijo la otra: "el mundo parece un poco menos feo contigo". Y contigo iré de la mano para luchar por hacerlo bonito.
Ha sido una recta fácil hasta ahora porque este amor sano hace sencillo encontrar la aguja en el pajar. Sigamos dibujando nuestro camino con una goma al lado para borrar los obstáculos que la vida pone cuando nos descuidamos. Aunque mejor será no descuidarse para que no le de tiempo a ponerlos.
Podemos romper cualquier barrera al igual que conseguimos romper con las leyes de la física provocando incendios mientras nos mojamos en la ducha.
Dicen que no hay que tener miedo a ser, pero yo prefiero armarme de valentía y superarlo como superé el miedo a tus caricias que ahora actúan de calmante. Calman mi alma, me calmas... y a la vez me cargas de energía para mantener mi puño en alto.
Espero que me estés echando de menos porque mi locura lo hace con locura y con locura repito que te quiero (libre conmigo).
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