lunes, 22 de abril de 2019

Al pueblo en lucha

Mis miedos afloran de ver ascender las fauces del fascismo y tiemblo, pero de pronto oigo una voz diferente y combativa y eres tú con tu energía y me la trasmites, es tu voz y tus gemidos... tu voz me calma.

Y lo llenas todo de ese aroma que desprendes, del que sacas toda la rabia que llevas dentro y que queda un ambiente guerrillero con el que se montaría una revolución (en tu espalda) y que a mí me agita (mi sexo) y quita todos los obstáculos... tu olor me da esperanza.

Y es entonces cuando el roce de tu piel hace que todo lo malo parezca derrocable, frágil, y yo más fuerte y valiente, aunque también lo contrario cuando me tienes cogida con garra y no quiero que me sueltes... tus caricias me dan fuerza para seguir y también debilidad (por ti).

No puedo ya evitar admirar tu puño en alto y tus ganas, y que me entre ansia de morderte cada una de tus cicatrices vitales y no parar hasta sanarlas, y que me chupes a mí entera hasta saciarnos el hambre de nosotros... tu sabor me vuelve loca (por ti).

Haces que tu lujuria haga estallar la mía y pierda el control de mi conciencia y mi sensibilidad se multiplique haciendo que mi cuerpo sea tuyo, y apretando tus carnes, te miro a tus ojos tricolor y... me correría tan solo con mirarte a los ojos.

Mis cinco sentidos están en guerra pues percibirte les dio alas para alzar una revuelta y quieren luchar por su victoria (en la que no falte tu cuerpo y tu ser). Oído, olfato, tacto, gusto y vista están en una contienda desde que llegaste.




'No importa quant sinó com. Gràcies sempre per tot açò, camarada.'

No, no importa cuánto tiempo nos tengamos, sino cómo nos estamos cuidando. Gracias por todos los momentos y aventuras que estamos viviendo, gracias por esta fantasía donde me olvido de toda la angustia interior y en esa pausa sólo existimos nosotros y una tranquilidad que me hace ser feliz aunque sean unos instantes. Salud, república y rebeldía siempre, pase lo que pase.