Fue un día feliz entre muchos tristes. A veces sueño con ir a dormir y no despertar a la mañana siguiente. Me siento inservible, un bulto de carga para la gente que me rodea. Poco a poco he ido perdiendo el amor que sentía hacia mí, ya apenas me queda. Estoy rota desde hace meses y aunque a veces consiga o consigan unir mis piezas, me vuelvo a romper. A veces luchando me valoro, pero a quién quiero engañar, tampoco sirvo para eso, nada se me da bien.
No consigo avanzar en mis estudios y tengo miedo, miedo de mi futuro. miedo de terminar haciendo algo que no me guste porque no me queden más opciones para sobrevivir. En realidad ni siquiera sé qué me gusta, diecinueve años no han sido suficientes para conocerme, ya me gustaría.
Para mis padres soy todo aquello que odiaron y por ello me retienen... para que no consiga encontrarme del todo, quizá, para que no llegue al límite de su extremo opuesto. Ya no sé si les tengo cariño o simplemente es que les necesito económicamente. Y sufro, sufro porque son mis padres, son quienes me han dado la vida, me han cuidado y, supongo, quieren lo mejor para mí, pero yo estoy dudando de nuestro amor porque no me sostienen cuando voy a caer ni me ayudan a levantarme. Sólo se matan porque me saque una carrera y yo en vez de compensarles por ello, sólo les llevo suspensos mientras el resto aprueban.
Y mis amigos... los de verdad. Hasta ellos me toman por tonta a veces. Mis amigos han cortado sus lazos y qué me queda. Mis amigos a los que no sé mantener, a los que no cuido y a los no tengo como antes por mi culpa, por no preguntarles 'qué tal' de vez en cuando. Un momento, ¿me lo preguntan ellos a mí? No, y preguntar siempre, agota. Dejas de preguntar y es ahí cuando empieza la distancia, cuando te sientes sola.
Al fin y al cabo sé que no estoy sola, pero ya no es como antes. Ya no sé con quién contar, ya no sé si molesto o si... no lo sé, me siento un estorbo inútil a quien la gente aguanta por pena y no porque realmente me quieran. ¿Cómo me van a querer si ni siquiera me quiero yo? Cuando ya por fin conseguía mirarme al espejo y gustarme... de nuevo no lo hago.
Igual que pierdo a la gente, pierdo todo, y si no lo pierdo, lo rompo. Soy un desastre, una torpe, nadie confía en mí ya para prestarme nada y con razón. Inútil.
Y sonrío para que nadie sospeche de mi vacío, para no dar aún más pena, para mirarme al espejo y hacerme creer a mí misma que soy feliz, pero no lo soy cuando me miro dentro. ¿Y qué? ¿Le importa a alguien? Yo que lucho por la liberación y no soy libre ni de mí misma. Necesito a alguien o algo que me ayude a valorarme porque yo sola no lo consigo.
Sólo pido perdón a quien se come parte de mis caídas, por suerte, no todas. Tengo miedo de hacerle daño con mi dolor, de hacerle caer conmigo y llegar a la toxicidad. A veces pienso en si es mejor alejarse antes de que ocurra, pero no soy tan fuerte para hacerlo y no quiero, no.
Espero que sólo esté pasando por una mala época y que pase pronto, que de repente me despierte y sienta que sí que valgo. Me siento débil.